Iris Nazarena Eau de Parfum

Aedes de Venustas Iris Nazarena Eau de Parfum es un perfume amaderado unisex. Las materias aromáticas más preciosas y las más antiguas se unen en un perfume que lleva la perfumería hacia el futuro yendo a sus raíces. El Iris ocupa un lugar preciado en el mundo de la perfumería: sus precios se disparan más allá del oro y su singular aroma no puede experimentarse hasta seis años después de su plantación. En Aedes de Venustas Iris Nazarena Eau de Parfum, la rara raíz floral renace. Se acurruca en conversación con el incienso, dando como resultado un misterioso y sensual acorde iris-incienso que impulsa este perfume profundamente cautivador. Iris Nazarena debe su nombre a la rara especie Iris Bismarckiana, también conocida como Iris Nazarena porque crece principalmente en las montañas al este de Nazaret. La extraña belleza de la flor, con sus manchas marrones o púrpuras y sus delicadas venas azuladas, sedujo a Karl Bradl en cuanto la descubrió en una postal. Se convirtió en la musa de la segunda fragancia Aedes de Venustas cuando se lanzó en 2013. La flor en sí no desprende aroma. La mayoría de los lirios no lo hacen. En cambio, es la raíz, o rizoma, la que se ha convertido en venerada en perfumería. Para convertirla en materia aromática, la flor debe crecer durante tres años antes de ser arrancada. Luego se deja secar otros tres años antes de desarrollar su nota característica, una mezcla de polvo y madera y violeta. A continuación se muele y se destila. Sólo después de este largo y laborioso proceso resucita el majestuoso iris, un viaje que refleja la historia de la tierra donde crece el Iris Nazarena. Los suaves pétalos de la mística musa del iris se esbozan en un sutil sfumato de marrón, morado y blanco. La ambreta arroja la tierna luz del amanecer sobre las notas de salida, la rosa añade un toque de sensualidad floral y el verde fresco y vivo del anís estrellado evoca los tallos y hojas estilizados de la flor. La baya de enebro resinosa, el pachulí y el vetiver aluden a sus raíces, clavadas en la tierra oscura y la roca, mientras que el humo sagrado que se eleva de los altares teje sus zarcillos minerales, perfumados de cuero, a lo largo del desarrollo con clavo, oud e incienso. El incienso es un hilo olfativo que recorre gran parte de la colección Aedes de Venustas. Esta ofrenda milenaria quemada a los dioses está en el origen mismo de la perfumería, ya que la propia palabra perfume procede del latín per fumare, que se traduce como a través del humo.

Notas olfativas: Iris, incienso, ambreta, bayas de enebro, anís estrellado, cuero, oud, clavo, rosa de mayo, maderas, almizcle y vetiver.

Perfumista: Ralf Schwieger